Una marea de Fridas en la muestra “México moderno: vanguardia y revolución”
Por Brenda Gil Gorrías.
Como parte del ciclo Malba PM, el jueves se celebró el cierre de la exposición que reúne 170 obras de más de 60 artistas representativos de la modernidad mexicana y que promete ser un hito. Con entrada libre y gratuita, los visitantes pudieron disfrutar de actividades, brindis y música y cumplieron al pie de la letra con el dress code que indicaba colores estridentes pero casi todas las mujeres eligieron vestirse como la pintora
Frida Kahlo regularmente sostenía que se sentía sola. Quizás por eso ponía espejos por todos lados en su casa como una forma de sentirse acompañada, sin saber que décadas más tarde se vería reflejada en decenas de mujeres que esperaban para ingresar a la despedida de la exposición México Moderno. Vanguardia y revolución en el Malba en una fila de gente que daba la vuelta completa a La Plaza República del Perú. Si bien el dress code indicaba colores estridentes, grandes y chicas quisieron vestirse como la gran artista que supo conquistar al mundo entero con su arte y personalidad, con vestidos con volados, muchos accesorios y trenzas adornadas con coronas de flores
En la muestra, que traza el desarrollo de las diferentes propuestas estéticas modernistas que tuvieron lugar en México durante la primera mitad del siglo XX, justamente se destaca el autorretrato “Fulang-Chang y yo” (de 1937), que vino directamente desde el MoMA de Nueva York, para formar parte de las más de 170 piezas de la modernidad mexicana.
El espejo artesanal oaxaqueño que forma parte de la obra, Frida se lo agregó cuando le regaló la pintura a su amiga Mary Sklar para que, al verse reflejada, pudieran estar siempre juntas. En él, todas las «Fridas» que pasaron por el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires pudieron posar y sacarse selfies.
El espejo artesanal oaxaqueño que forma parte de la obra, Frida se lo agregó cuando le regaló la pintura a su amiga Mary Sklar para que, al verse reflejada, pudieran estar siempre juntas. En él, todas las «Fridas» que pasaron por el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires pudieron posar y sacarse selfies.Y siempre que hablamos de Frida, también hay que mencionar a su gran amor Diego Rivera. México moderno. Vanguardia y revolución exhibe dos obras de la pareja, que estuvieron separadas durante más de dos décadas y que fueron las más fotografiadas por los asistentes al museo; Autorretrato con chango y loro (1942), de Kahlo, y Baile en Tehuantepec (1928), la pintura de Diego que Eduardo Costantini, el dueño de Malba, compró el año pasado por 15,7 millones de dólares.
La noche finalizó con brindis de Stella Artois y Bodega Navarro Correas, make-up de artistas inspirados en La Catrina, música y danza en el hall con King Coya + Queen Cholas y el armado de un Cadáver Exquisito, un dibujo colectivo.
Las obras de Dr. Atl, Miguel Covarrubias, Saturnino Herrán, María Izquierdo, Agustín Lazo, José Clemente Orozco, Antonio Ruiz “El Corcito”, David Alfaro Siqueiros, Remedios Varo y Ángel Zárraga, entre otros, también forman parte del recorrido, que hasta el jueves había sido realizado por 140 mil personas.
