La historia de Melina Cantero: cómo una joven diseñadora argentina revoluciona el mundo de la moda
La historia de Melina Cantero: cómo una joven diseñadora argentina revoluciona el mundo de la moda
Por Candela Mazzone
Desde pequeña, Melina Cantero supo que la moda formaría parte de su vida. Criada en un ambiente donde las prendas de ropa y los desfiles eran su juego favorito, Melina, o simplemente Mel, como le llaman sus amigos, comenzó a construir una carrera que hoy la posiciona como una de las creativas más prometedoras de Argentina.
“La moda siempre fue parte de mi vida, desde que tengo memoria; cuando era chica, jugaba con la ropa de mi abuela y hasta me armaba desfiles por la casa para ella”, comenzó diciendo la joven de 25 años. Esa fascinación inicial pronto se transformaría en una verdadera pasión. Las revistas de moda, con sus brillantes páginas de imágenes y editoriales, se convirtieron en un refugio e inspiración constante. “Me volví fanática, compraba todas las que podía solo para ver las fotos. De ahí puedo decir que nació mi amor por este mundo”, confesó.
A los 18 años, con esa certeza que la acompaña desde niña, ingresó a la universidad con la intención de convertirse en diseñadora de moda. Sin embargo, antes de comenzar la carrera, un consejo inesperado la llevó por otro camino. “Me recomendaron empezar con producción de moda, pero me di cuenta de que la producción era lo que más me gustaba; el proceso creativo, jugar con la ropa y todo lo que se puede comunicar a través de ella”, enfatizó dándose cuenta que lo que realmente la cautivaba no era la confección de las prendas, sino el poder que estas tienen para contar historias, transmitir emociones y construir identidades.
Liderando la creatividad en Lara Casa Hoy
Con esa intuición bien afinada, Mel se adentró en el competitivo mundo de la moda. Hace tres años, su vida profesional dio un salto significativo al convertirse en directora creativa de la marca de calzado Lara Casa, una firma que hoy visten varias celebridades argentinas. Lo que comenzó como un trabajo temporal durante la pandemia, creando contenido para la marca, pronto se transformó en una relación laboral sólida y creativa. “Terminé forjando una relación laboral tan buena que confiaron plenamente en mí para renovar la marca desde cero”, señaló con orgullo.
El día a día en Lara Casa es tan dinámico como impredecible. Melina describió su rol como una mezcla constante de desafíos creativos. Un día puede estar conceptualizando una nueva colección y al siguiente colaborando directamente en el diseño de los zapatos junto a su jefe. “También estoy en la parte gráfica, jugando y aplicando inteligencia artificial”, detalló, en referencia a las herramientas que utiliza para innovar en la marca.
Además, explicó que el ritmo vertiginoso no está exento de imprevistos. Los cambios de último minuto o las crisis inesperadas la obligan a estar en un constante estado de reinvención. Pero lejos de frustrarla, estos obstáculos se convirtieron en una fuente de motivación. “Cada día es un desafío”, afirmó, “estar al tanto de las tendencias es clave, porque toda tendencia cambia rapidísimo y mi trabajo es mantenerme al día para captarlas antes de que aparezcan y hasta crear nuevas.”
Inspiración desde la calle: el estilo como forma de expresión
En una charla profunda y extensa, la diseñadora explicó que la inspiración para ella no proviene de los lugares habituales de la alta moda, sino de las calles, del estilo cotidiano que las personas muestran día a día. “Lo que más me mueve es el estilo que aparece en la calle”, dijo entusiasmada. Observar cómo la gente común combina las prendas, cómo utilizan la ropa para expresarse, es lo que alimenta su creatividad. Le fascina cómo las tendencias vuelven, se reciclan y toman nuevas formas a medida que son reinterpretadas por quienes las llevan. “Cómo las viejas tendencias vuelven y se reinventan”, reflexionó.
“El cambio de estaciones me inspira mucho, porque siento que hay una energía especial cuando se renuevan los colores y las texturas de cada temporada”, explicó Melina, quien ve en cada ciclo una oportunidad para contar nuevas historias a través de la moda.
En tanto, aunque logró consolidarse en el mercado local, Melina no planea detenerse ahí. Su próximo gran proyecto es expandir su creatividad a nivel internacional. El mundo, según ella, ofrece infinitas oportunidades para aprender, y la moda, como lenguaje universal, puede hablarse de múltiples maneras en diferentes culturas. “Me encantaría viajar y probar mi creatividad en otros países”, confesó, dejando entrever su ambición de seguir creciendo.
Para ella, este crecimiento no solo tiene que ver con la moda, sino también con el aprendizaje y la exploración personal. Busca entender cómo otras sociedades interpretan el estilo y qué historias cuentan a través de su vestimenta. “Creo que la moda es un lenguaje universal, y me gustaría aprender de otras culturas y cómo interpretan el estilo”, reconoció con convicción.
Finalmente, Mel compartió una clave que, según ella, fue crucial en su camino al éxito: la manifestación. Mantenerse fiel a sus sueños, visualizar su futuro y actuar como si ya hubiera logrado sus metas es su fórmula personal. “Lo que hago es vivir mi vida como si ya tuviese todos mis deseos, y se lo recomiendo a todos”, concluyó dejando una lección de perseverancia y confianza para quienes siguen sus pasos.