“VIENE DE FAMILIA”, es un giro común que usamos cuando un oficio se transmite de abuelo a nieto o cuando el patrimonio familiar se filtra de generación en generación. Liza Echeverry, la nieta de un orfebre, siempre había apreciado las piezas acumuladas en la mesa de trabajo de su abuelo, pero nunca consideró buscar la fabricación de joyas. Originaria de Colombia, Liza se mudó a los Estados Unidos después de graduarse de la universidad con un título en psicología. El destino pronto intervino, ya que ella comenzó a salir con alguien que estaba en el negocio de la joyería. Fue entonces cuando Liza tuvo su gran momento “aha”, y con unos alicates en la mano, comenzó a crear sus propios diseños y desarrollar su estilo distintivo.

“Estaba tan instintivamente en mi sangre, que me sorprendí cuando fusioné estas imágenes en mi cabeza con materiales reales. Esta rica historia que se extiende 100 años en mi pasado se manifestaba en la joyería que yo mismo estaba haciendo. ¡Fue emocionante! ”Durante este período, Liza comenzó a experimentar con diferentes texturas, técnicas y materiales que la llevaron a desarrollar piezas que reflejaban su propio estilo. Poco después de que comenzó a vender su trabajo a minoristas en Miami, la crisis financiera la afectó, al igual que a muchas otras. Liza tuvo que dejar en suspenso su floreciente sueño.

Después de conseguir un papel de actor en Colombia, la belleza de los ojos volvió a casa para planificar su próximo movimiento. El destino una vez más se hizo cargo, y este nuevo capítulo de su vida vino acompañado por el amor. Alrededor de este tiempo, ella conoció a su esposo Luis y reavivó su deseo de hacer sus joyas. La feliz pareja expandió su relación en una asociación de trabajo y comenzó su “proyecto de vida” juntos: Liza Echeverry Jewelry. Luis tomó las riendas como CEO, administrando la administración, las finanzas y la producción, mientras que Liza volvió a la mesa de trabajo. Avancemos unos años y la pareja aún tiene amor en sus ojos y una determinación compartida de construir el próximo capítulo de su legado familiar. La marca ha logrado un éxito de culto en América Latina y ahora está entrando constantemente en el mercado de la moda de los Estados Unidos para apostar su reclamo.

Actualmente radicada en Medellín con su esposo e hijo, Liza fabrica cada pieza de su línea de joyería allí. Sus artesanos también están inmersos en décadas de su oficio y trabajan lado a lado para traducir sus pinturas en aretes, collares y pulseras. Cada pieza está hecha a mano en bronce, chapada en oro colombiano de 24k y sin níquel. La joyería Liza Echeverry se vende actualmente en 17 países, pero esa lista se está expandiendo rápidamente. Liza Echeverry ha resumido el espíritu de una mujer que se deleita con lo que lleva puesto. Las piezas de Liza que existirán en las cajas de joyas de abuelas, madres e hijas por igual, prestan una nueva tradición a las mujeres que dejan su marca con estilo. Puedes adquirir sus piezas en su tienda online https://lizaecheverry.com, un verdadero lujo para realzar tus outfits con personalidad, diseño y arte.