Por Florencia Daneu – Co Founder de @gangayoga
La primera vez que viajé a India me sentía como Julia Roberts en la película ‘Comer, rezar y amar’. Emprendía ese viaje en búsqueda de reencontrarme conmigo misma. Buscar mi mejor versión en ese país lejano que hacía rato me llamaba. Lo que no sabía es que ese viaje me cambiaría la vida.
Dicen que para ir a India te tiene que llegar la carta de invitación, ese llamado a viajar a madre India. Y si lo sentís, tenés que responder a ese llamado y viajar.
Es un viaje que te conecta con un lugar muy diferente, con otra cultura y muchos estímulos. Los sentidos se despiertan, los olores, los colores, los sabores, todo es fascinante y también un desafío. El gran desafío de adaptarse. Poder disfrutar de esas ceremonias, templos, paseos, mercados y tener el tiempo para estar contigo misma. Un viaje para ti, un viaje transformador, es un regalo y es la mejor inversión que podés hacer. Te empodera y te conecta con tu verdadero ser.
Ése primer viaje que hice a la India me cambió, me ayudó a ver quién realmente soy. Y después de ese viaje seguí yendo, me convertí en maestra de Yoga, conocí lugares y maestros espirituales. Me enamoré de India. El deseo de compartir ese viaje y poder ayudar a que más gente conecte con ese lugar igual que me pasó a mí, se me despertó. Junto a Sil Sadvati creamos Ganga Yoga, para coordinar viajes a India y formaciones de Yoga, conectando desde la raíz, conectando con el origen.
Tomarte un tiempo para ti misma es el mayor lujo que podés experimentar. En silencio, poner tu mente en blanco, sentir tu respiración, la contracción de tus músculos, la relajación y dejarte simplemente ser… En nuestro itinerario siempre elegimos ciudades mágicas y cada una tiene un significado muy especial que tienes que experimentar en primera persona. La primera ciudad que elegimos es Rishikesh, la capital mundial del Yoga a los pies de los Himalayas. El río Ganges pasa por esta ciudad, lo que la convierte en una de las ciudades sagradas de India. Ciudad de maestros, yogis, templos, naturaleza y espiritualidad. Sabías que Los Beatles pasaron una temporada en un ashram de ésta ciudad? Los Beatles viajaron a Rishikesh, en el norte de la India, para asistir a una sesión de entrenamiento avanzado de meditación en el ashram de Maharishi Mahesh Yogi. Es ahí donde se inspiraron para crear las canciones del famoso ‘The White Album’.
Otra de las ciudades que elegimos visitar es Pushkar, es uno de los cinco lugares sagrados para los hinduistas y es una de las ciudades más antiguas en la India. Lo mejor, sin duda, es su lago sagrado, con los 52 ghats (escalones que bajan en el agua) donde cada día, centenares de peregrinos se bañan purificando sus pecados. Pushkar de hecho es una de las ciudades sagradas de India, y cada fiel tiene que visitarla por lo menos una vez en la vida. El lago es un sitio relajante y con buena energía, la leyenda dice que nació cuando una flor de loto cayó de las manos de Brahma.
El mejor momento para darse un paseo por sus ghats es el atardecer, cuando el sol ya se ha puesto además podrás asistir a los rituales de fuego (aarti) que se celebran cada día en varios ghats.
En la ciudad hay muchos templos, el más importante de todos es el Brahma Temple (Jagatpita Brahma Mandir), uno de los pocos dedicados al dios de la creación en toda India. Puedes imaginarte el trajín constante que hay, pero merecerá la pena entrar y contemplar la imagen de Brahma con sus cuatro cabezas. Entrar es gratis, aunque tendrás que dejar tu calzado en las taquillas antes de entrar. Otros templos interesantes en Pushkar son el Varaha Temple, Gurudwara Sahib (templo sij), o el Naya Rangji Temple.
Hay otro plan mucho más terrenal que hacer en Pushkar, y es ir de compras. Toda la ciudad es un enorme mercado turístico, donde podrás encontrar la típica ropa india, libretas, colonias, jabones y por supuesto especias.
Para los amantes de los palacios, Jaipur es una de las ciudades más impactantes es conocida también como la ciudad Rosa. En 1905 el príncipe de Gales visitó Jaipur. Para darle la bienvenida y dado que el color rosa simboliza la hospitalidad en India, el maharajá Ram Singh de Jaipur pintó toda la ciudad de rosa en su honor.
Una de las visitas obligadas en Jaipur es el Fuerte Amber, declarado Patrimonio de la Humanidad, es un impresionante complejo de palacios de arenisca y mármol que no deja a nadie indiferente. Se puede acceder al fuerte subiendo hasta lo alto de una colina, donde poco a poco se comienzan a divisar sus patios, enormes puertas y estancias que lo componen, dentro de las cuales, la más popular es la Sala de los Espejos o Sala del Consejo Real, ya que está cubierta de mármol blanco y espejos incrustados en las paredes.
El Hawa Mahal, o Palacio de los Vientos, es uno de las atracciones más emblemáticas de Jaipur, ya que su impresionante fachada de color rosado, llena de balcones, es una postal típica de la ciudad. Al ingresar al Hawa Mahal, podrás perderte en sus enormes pasillos, disfrutar de su hermoso patio y descubrir todos sus secretos. ¿Sabías que este edificio fue construido para que las damas de la casa real pudiesen observar la vida en las calles de Jaipur sin ser vistas por la gente? Realmente merece la pena visitar esta espectacular obra arquitectónica y apreciarla desde dentro y desde fuera.
Uno de los lugares más imponentes que conocemos icónicamente por películas e imágenes como representación cultural de la India es el Taj Mahal. Esta obra arquitectónica es una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno y es tan majestuosa que no deja de sorprendernos en la ciudad de Agra. El emperador musulmán Shah Jahan lo construyó como muestra de amor en honor de su esposa favorita. El complejo del Taj Mahal se considera la culminación de la arquitectura indomusulmana en la India. El trabajo de la perspectiva y las innovaciones del Taj Mahal lo hacen único, al igual que su uso de la pietra dura de forma generalizada para la totalidad de la decoración.
Una vez salgas de tu visita al Taj Mahal puedes seguir conociendo otros puntos de interés como el bazar o el Fuerte de Agra. Si contratas los servicios de un rickshaw (típico “taxi” indio) para que te lleve a estos lugares, también te incluirá el atardecer con vistas al Taj Mahal. Este paseo te lleva hasta la parte trasera del gran edificio de mármol y te permite ver desde la otra orilla del río como el sol cae por la derecha mientras tienes el Taj Mahal justo delante. ¡Una imagen de postal!
Y por último siempre te sugerimos incluir una parada en Delhi, capital de India, llena de historia, templos, mezquitas, viejas edificaciones entre edificios modernos, ferias y miles de bazares, un gran paraíso para las compras. En esta ciudad, te recomendamos visitar el Qutab Minar. Con 72,5 metros es el alminar de ladrillos más alto del mundo. Inspirado en el Minarete de Jam, en Afganistán, es considerado una de las obras del arte islámico más importantes del país, algo a tener en cuenta y es que el Islam es la segunda religión más practicada de la India, sólo por detrás del hinduismo.
Otra de nuestras visitas recomendadas es el Templo del Loto o Casa de adoración Bahái, uno de los lugares más característicos de Nueva Delhi. Además de su significado religioso (es uno de los templos principales de esta religión en el mundo), el edificio destaca enormemente por su arquitectura en forma de flor.
Pasea por la Calle Chandni Chowk. Situada junto al Fuerte Rojo, la Calle Chandni Chowk es una de las más concurridas, típicas y pintorescas de Delhi. Repleta de puestos en los que encontrar todo tipo de artículos (joyas, especias, telas, los tradicionales saris…) constituye un auténtico bazar, siendo uno de los mejores sitios de la ciudad para comprar (con regateos incluídos) y captar su esencia.
Las prácticas de yoga y de meditación durante estos viajes te acompañan y crean un espacio de conexión cada día que jamás vas a olvidar. India expande la mente, los sentidos y el corazón.