#Fashion / #Travel

#Thowback Festival de Cannes

ana

 

 

Mayo 2013, “Wakolda”, película en la que participé, queda seleccionada para competir en la sección “Un certain regard”. Me ví obligada a ir. No porque alguien me estuviera forzando literalmente, sino porque teniendo la posibilidad de viajar representando a una película, hubiese sido una picardía perdérmelo. Mi psicóloga me dijo que viajara. Y viajé.
anaa

 

 

 

Así suena muy sencillo, pero no lo fue. Dudé mucho y una de las razones de mi dubitación era porque faltaba una semana para que arrancara el festival y si tomaba la decisión de asistir tenía que resolver todo en muy poco tiempo. Y con todo me refiero a ropa, claro. Lo demás es prescindible. Pero aparecete en la red carpet de joggineta, a ver qué te dicen. Me excitaba tanto la situación que no sabía por dónde arrancar. Estaba paralizada.

 

 

 

anaaaaa

 

En medio de llantos, risas y conversaciones telefónicas compré el pasaje. Y ahí empezó la aventura. Porque como dije previamente otro post: el viaje empieza cuando hacés la valija.
Qué meter en una valija para el festival más glamoroso y careta con playa, con calor, con viento, con frío, con tormentas? La respuesta era fácil: como siempre, llevar todo.
Para la alfombra roja fui a visitar a varios diseñadores, como Laurencio Adot y Fabián Zitta, que me prestaron sus vestidos.
Para el día a día, marcas copadas que me brindaron sus maravillas: AY NOT DEAD, THEM, Prüne, Paruolo, Luna Garzón, Rigoberta Del Tesouro, entre otras.

 

anaaa

 

Pero no me puedo ir sin la perlita: para el día más importante tuve que elegir ese ALGO con lo que quisiera ser inmortalizada en miles de fotos. Diseñador? No. Marca? No. Mi opción fue ese vestido de amiga que a una siempre le dio bronca que fuera suyo y no nuestro. Pero para eso están las amigas. No para escucharte, sino para complementar vestimenta.
Ese vestido me llevó ser galardonada como una de las mejores vestidas. GRACIAS MARU! (Devolveme el vestido rojo).

 

 

 

a.

Anita