Lógicamente lo que más me gusta de los premios Grammy es la RED CARPET. El momento en que llegan las grandes celebridades y podemos deleitarnos de la deliciosa combinación entre moda, lujo & style.

Este año fue “sobrio” por decirlo de cierto modo. No quiere decir malo, ni que faltó moda, simplemente sobrio. Desde los colores a la sastrería, pudimos ver prendas del gran estilo «femenino/masculino» que llamaron la atención de los televidentes.

Trajes sastre, jumpsuites, pantalones y colores neutros fueron los MUST de la alfombra roja en esta ocasión.
Los colores que se destacaron fueron el blanco y el negro, y no faltó el brillo de la manos de Kim Kardashian y Paris Hilton. La nota de color se la llevó Rihanna con un vestido pink de Giambattista Valli Haute Couture.

Mis favoritas de la noche fueron Gwen Stefani en Atelier Versace, impecable, de pies a cabeza, pero la que se llevó completamente mis aplausos fue Tylor Swift con un Elie Saab que me dejó con la boca abierta. El color, la combinación de los accesorios con su make up y peinado fue a la perfección.

Lo peor vestida de la noche fue el traje by Givenchy que lució Madonna. Más de lo mismo, no sorprende, no innova y ya no tiene edad para vestir de ésa forma.

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Besos, always
Nat